La succión es una caracteristica innata de los mamíferos, que se realiza desde que el bebé se está formando en el útero, ya que antes de llegar a los 6 meses de embarazo, el bebé desarrolla los reflejos de deglución (a las 16 semanas) y de succión (a las 20 semanas). Ambos reflejos son capaces de trabajar juntos alrededor de las 32 semanas de desarrollo. Estos reflejos, permiten que el bebé pueda alimentarse apenas nace.
Existen 2 tipos de succión, la nutritiva y la no nutritiva:
Ambas se producen durante la lactancia (puedes averiguar más sobre este tema en el link que puse al final), pero además, la succión no nutritiva les permite calmarse, sentirse seguros y la pueden realizar con otros objetos, como el dedo o el chupete.
El usar chupete es una decisión que toman los padres, pero si se elige, el ideal es que no sea más allá de los 2 años y medio a 3 como máximo, ya que a esa edad, la deformación que pudiera producirse, aún es reversible al quitarlo por completo.
El dedo en cambio, es un hábito mucho más difícil de quitar, ya que obviamente, siempre está disponible.
La intensidad y frecuencia de esta costumbre, sumado a la edad del niño, son los factores que determinan si se producirán problemas a largo plazo, como deformaciones en los huesos maxilares, movimiento de dientes, o mordida abierta (adjunto una foto y un esquema).
¿Como podemos detener que se chupe el dedo?
Es muy importante no castigar ni ridiculizar al niño, ya que le puede generar vergüenza, haciendo que lo haga «a escondidas», siendo más difícil quitar el mal hábito, además de que puede dañar su autoestima.
Es importante practicar el refuerzo positivo, felicitarlo cuando los papás o cuidadores ven que no lo ha realizado, darle premios, decirle que ya es un niño grande como algún personaje que le guste o un hermano mayor. O también usar medidas distractivas, motivarlos con otra actividad que requiera usar sus manos, como jugar con plasticina o dibujar.
Existen las medidas más invasivas, como ponerles líquidos de mal sabor, ajo, etc., pero sinceramente, no conozco casos que hayan funcionado. ¡Pareciera que nada los detiene!
¿Tienes algún consejo que quisieras compartir con otras mamás?
Si ya se observa una deformación, es importante llevarlo a control con un odontopediatra, para tomar medidas y poder detener a tiempo el avance del problema, que se agrava en el momento que empiezan a aparecer las piezas definitivas.
¡Nos vemos!