Otra medida preventiva que usamos los odontólogos es la aplicación de flúor.
El flúor barniz es una capa protectora que se pinta sobre los dientes con el fin de prevenir y detener la etapa inicial de las caries. Es un líquido que hace que el esmalte de los dientes sea más duro, ya que aumenta la resistencia del esmalte, es antibacteriano y permite remineralizar la capa de esmalte en las primeras etapas de las caries.
Dado que el flúor barniz tiene una concentración mayor a las de las pastas dentales, es necesario que sea aplicado por el odontólogo, quien decidirá en base al riesgo del paciente, la frecuencia en la que se debe aplicar.
Ingerir flúor en alta cantidad y por tiempo prolongado, puede llegar a ser tóxico, producir manchas en los dientes u otras complicaciones en los huesos. Pero usado de manera tópica como en las pastas dentales, o de manera profesional, no tiene riesgo, todo lo contrario, protege.
Para que se hagan una idea les hago una comparación; cuando nos hacemos una herida, la desinfectamos con alcohol de 70º. Si lo aplico con un algodón, estoy limpiando la herida y eliminando bacterias, pero si ingerimos el frasco completo, obviamente nos vamos a intoxicar. Lo mismo ocurre con el flúor, se aplica sobre el diente, y en baja concentración.
El conocimiento de las medidas de prevención en salud bucal, permitirá reducir el riesgo de caries en nuestros hijos, y los controles oportunos con el Odontólogo permitirán que las visitas al dentista sean una experiencia agradable tanto para el niño como para los padres.
¡Nos vemos!